viernes, 7 de agosto de 2020

BUENA SUERTE MALA SUERTE QUIEN LO SABE… UCA CAMPUS IRAPUATO

 

                     BUENA SUERTE MALA SUERTE QUIEN LO SABE….

 

Autor: L.E.E Erika Elena Sandate García

Estudiante de la Maestria en Pedagogía

UCA CAMPUS IRAPUATO

El ser humano y en general en todos los animales nos rehusamos al dolor y buscamos el placer. Una de las actividades que permiten que un ser vivo prolongue su existencia generalmente producen placer: comer, tener sexo, dormir.

Para el ser humano, sin embargo, no es suficiente la satisfacción de las necesidades biológicas más básicas. Busca algo más. A esto le podemos llamar una búsqueda de felicidad,  Lo que hace crecer al ser humano es enfrentarse con sus aparentes limitaciones, y esto requiere una disposición para soportar dolor y realizar cosas que nos parecen difíciles .Cuando una actividad no presenta una clara recompensa a un nivel de placer, cuando no activa nuestro sistema de dopamina, hay una tendencia a resistirse, al menos mientras no tenemos autodisciplina. El escritor alemán Ernst Jünger habló sobre el potencial espiritual del dolor:

Algunos creen que ser feliz consiste en poseer un cuerpo sano y delgado, casas bonitas, coches llamativos, cualquier otra cosa material, sexo abundante y cambiante, un buen trabajo que permita ganar dinero rápido y en cantidad. Está claro que las posesiones materiales gratifican, pero basarlo todo en esto es una actitud equivocada, resulta demasiado consumista y superficial.

La felicidad es algo que tiene que trabajar y  preparar para aprovecharla, se compone de muchos pequeños momentos y contra más son, más feliz te hacen, cosas sencillas y cotidianas que están a nuestro alrededor: cuando el trabajo te sale bien, disfrutar de la soledad o de los amigos, conseguir aquello que has esperado, viajar a lugares remotos o volver a tu pueblo, dedicarte a tus aficiones predilectas, recordar cosas agradables, el beso de tu mujer y el salto para abrazarte de tus hijos al llegar a casa, pasear, escuchar música o leer un libro, superar un examen, una cena especial, un triunfo deportivo y, quizás lo más importante, gozar de buena salud y querer y ser querido.

He comprendido que debemos de valorar lo que tienes, actúa conforme a tus valores, no quieras ser quien no eres, ten autenticidad, sé optimista, afronta las dificultades con alegría porque todo tiene un lado bueno si lo buscas, incluso aquellos problemas que más nos afectan se superan, vive el presente y depura los malos recuerdos, que te sirvan como una experiencia. ¡Vive y sé feliz!

3 comentarios:

  1. Muchas felicidades maestra Erika, en este artículo me hizo reflexionar sobre la realidad de lo que es ser feliz, queda a un lado lo material sin quitarle su importancia cuando se aprende a valorar la salud, los momentos, los logros, los detalles, las persona...el ser feliz es darse cuenta de lo que tenemos y vivimos día a día.

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  2. Muy buen articulo maestra,nada mas que la verdad no se necesitan lujos. Para ser feliz basta con valorarnos a nosotros mismos y a .nuestra familia para d
    arnos cuenta que somos ricos en felicidad

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  3. Así es Maestra Erika, los lujos y las cosas cosas materiales no brindan felicidad, el vivir día a dia como si fuera el último día de nuestra existencia nos ayuda a valorar cada momento que disfrutamos con nosotros mismos, con nuestros seres queridos, el ser auténticos y amarnos a nosotros mismos, siempre nos proporciona más felicidad puesto que nonaparentamos lo que no somos ni vivimos preocupados porque se enterarán las demás personas de todas las mentiras encubiertas. Siempre ser felices para poder transmitir felicida!!!!

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