Autor: LEP. Javier Cristian Ramírez
Granados
Estudiante
de maestría en Pedagogía. Universidad Continente Americano.
Desde
hace mucho tiempo se vienen planteando cambios en los diversos sistemas
educativos del mundo, y México no es la excepción. De antemano se sabe que en
educación no hay nada terminado y que siempre habrá algo por mejorar. No
obstante, a pesar de los esfuerzos o supuestas buenas intenciones, parece que
no se ha podido avanzar lo suficiente, pues los resultados no son muy
alentadores.
Con
el argumento cuestionable de mejorar la calidad de la educación en el país y
modernizarla, se han llevado a cabo a lo largo de los años, reformas que en la
realidad no han tenido un verdadero impacto pedagógico que denote mejoría, pero
han servido para justificar el aspecto coercitivo y de control tácito de la
política educativa cobijada con el discurso demagógico de ofrecer a la
población una mejor educación, un nivel educativo superior y por ende un
bienestar social mayor.
La
realidad es que en la educación no se ha mejorado nada que verdaderamente
amplíe las posibilidades económicas de los más desfavorecidos, y a la clase media
se le sigue manteniendo con la idea de progresar académicamente, que al fin y
al cabo es más importante que ser rico. Desde luego, es fundamental elevar el
nivel de estudio de la mayoría de la población, pero no es suficiente, pues no
se trata solamente de mejorar estadísticas para simular el progreso.
Lo
cierto es que, para poder lograr un auténtico avance se necesita determinar con
objetividad dónde se está y hacia dónde se va, se requiere una reflexión
profunda sobre la función y fines de la educación, su evolución en las
sociedades humanas y el verdadero compromiso de formar personas que constituyan
una sociedad democrática y progresista.
Si
bien, las perspectivas y enfoques en el ámbito educativo van cambiando en el
tiempo y el espacio, de una sociedad a otra, en la actualidad existe una propensión
globalizadora, que ha ido marcando la directriz de los fines educacionales de
hoy en día.
La
tendencia es hacia las sociedades del conocimiento, en las cuales las
tecnologías de la información y la comunicación modifican en muchos sentidos la
forma en que se desarrollan casi todas las actividades de la sociedad, todo
esto acompañado de grandes retos tanto para el profesorado como el alumnado; implica
que los docentes hagan suyos los paradigmas aprender a aprender, aprender a
desaprender, aprender a emprender y aprender a arriesgarse, para que de esta
manera los alumnos se vuelvan críticos y reflexivos, aprendan a solucionar
problemas, seleccionar información, tomar decisiones y adaptarse a nuevas situaciones.
Las
circunstancias en el ámbito educativo que se viven en la actualidad debido a la
pandemia han dejado entrever con mayor notoriedad los problemas sociales y la
desigualdad económica que prevalece en nuestro país desde antaño, pues algunos alumnos
presentan condiciones adversas para atender sus responsabilidades escolares, algunas
veces por carencia de recursos, falta de disposición y compromiso, o complicaciones
en la dinámica familiar.
Sin
embargo, los profesores están asumiendo un papel fundamental en la mediación
del problema, trabajando con lo que se tiene y en la forma que se puede. Con
esto se logra atisbar la trascendencia que siguen teniendo en la educación. Lo que
seguiría siendo muy debatible es la definición clara y el seguimiento de los
fines últimos, pues éstos dependen de sus aristas socioculturales y
político-económicas vigentes, que respalden las acciones pertinentes para
enfrentar los nuevos retos aun cuando éstos descansan principalmente en la
figura docente.
Tiene razón maestro, aunque las autoridades son quienes deben tomar principalmente las riendas de la educación y llevarla a mejores horizontes, los maestros son señalados para bien o para mal, justa o injustamente como los principales actores.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo profesor, es importante voltear a ver qué es lo que en realidad necesita la educación, derivado de esta pandemia como usted lo menciona, han salido a relucir la desigualdad de oportunidades que tiene nuestra sociedad, esperemos que este sea un parteaguas para la mejor toma de decisiones de nuestras autoridades educativas.
ResponderBorrarLa verdad es que se han implementado reformas que no han servido de mucho, seguimos estando mal porque no hay un verdadero interés por mejorar las condiciones generales de la población. La educación es una llave para el verdadero cambio, pero creo que no se ha hecho lo suficiente porque tampoco no es conveniente para la élite del poder.
ResponderBorrarEs indispensable y de suma importancia que se consideren diversos aspectos como son las diferentes características con que cuenta la sociedad en este país pues debido a que es multicultural y distinto en consideración con las diferentes regiones debe ser adaptado a las necesidades propias de la sociedad en la cual está inmersa la escuela y los agentes que en ella participan.
ResponderBorrar