Autor: LEE. Martín Eduardo Licón Vargas
Estudiante de la Maestría en Pedagogía
El personalismo ha jugado un papel importante dentro del ámbito de la pedagogía pues brinda un medio para el desarrollo integro de la persona, pero ciertamente solo se desarrolla en plenitud dentro del ámbito privado de la educación en México. El personalismo desde la concepción de Emmanuel Mounier y Juan Bosco es fiel a una tradición, la religión, pues para estos dos autores el personalismo no se puede ejercer o aplicar si no está en un contexto teológico pues este es el impulso que ilumina la filosofía del personalismo. Esto se puede ver en la aplicación del sistema de Don Bosco (1978) el cual en sus Memorias del oratorio menciona que no ve un instituto que no sea templo donde se desarrollen buenos cristianos.
La
filosofía personalista no es una propuesta que simpatice al Sistema capitalista
que rige y busca la formación de personas que solo sean productivas, dejando a
un lado el sentir, el amar, el uso de la razón, contrario a lo que propone esta
filosofía. El sentimiento negativo hacia la religión, ha llegado hasta ser
legislado en la Constitución, precisado en el Artículo Tercero el cual tiene el
objeto de separar la Iglesia del Estado. Pero el personalismo más haya de ser
un dogmatismo conjuga con las ideas de Maritain “ni totalitarismo de izquierda,
ni capitalismo inhumano y devorador de vidas y destinos” citado en
En
la actualidad se ofrece una educación de competencia continua con el otro
buscando un individualismo que resalta a la persona que tiene mejores
habilidades dejando a un lado los valores, pero para Emmanuel
Hay
un gran desafío dentro del sistema educativo capitalista para poder limar los
vacíos que se encuentran en los procesos de enseñanza y que se ven reflejados
en una sociedad individualista y permeada por una violencia generalizada. El
personalismo es posiblemente el antídoto que requiere nuestra educación para
cubrir necesidades sociales, pero con mayor atención en los valores y ética que
en la dogmatismo religioso. Se debe dejar a un lado la educación individualista
y buscar que el hombre construya su conocimiento usando la razón y cooperación, reformular el enfoque educativo para la
construcción de una nueva sociedad.
Tendríamos el mundo que aclamamos. Pero nuestra sociedad (que parece la misma del siglo XX) no está lista. Pero estoy de acuerdo sobre todo en que la educación de hoy resalta a los más “competentes” y que lamentablemente como docentes nos enfocamos más en el desarrollo cognitivo. Lo bonito es darse cuenta que sí existe alguien en el mundo que replantea esta idea del personalismo. Me gustó saber que tiene nombre. Como siempre aprendiendo, maestro. Me gusta tu trabajo.
ResponderBorrarInteresante la propuesta del personalismo, que aunque como comentas, no simpatiza del todo con nuestro contexto capitalista, no quiere decir que no se pueda llevar a cabo en los procesos educativos. Como muestra, podemos encontrar a tantas fuerzas que buscan desarrollar la integralidad de la persona a fin de una construcción de una sociedad mejor, y que busque un bien común. Gracias por compartir este buen trabajo.
ResponderBorrarInteresante la propuesta del personalismo, que aunque como comentas, no simpatiza del todo con nuestro contexto capitalista, no quiere decir que no se pueda llevar a cabo en los procesos educativos. Como muestra, podemos encontrar a tantas fuerzas que buscan desarrollar la integralidad de la persona a fin de una construcción de una sociedad mejor, y que busque un bien común. Gracias por compartir este buen trabajo.
ResponderBorrarMe gusta pensar en que a raíz del personalismo hay una diversidad sustancial que debe entenderse así para poder educar a todas y todos desde sus diferencias y las necesidades de cada uno. Las diferencias enriquecen el aprendizaje desde distintas perspectivas para el enriquecimiento de la humanidad, aprendiendo unos de otros, porque el contexto personal ayuda a que las vivencias de los demás, nos hagan entender que somos distintos, pero uno mismo, como humanos.
ResponderBorrarEsta visión infundada desde la mónadas de Leibniz, sabiendo que partimos desde un origen humano, pero desde la individualidad que nos hace uno y diversos.