Autor: Lic. Edgar Isaí Ramírez López.
(Maestrante en Pedagogía)
La
formación del profesor, gesta, tanto en su práctica pedagógica como en sus saberes. Aunado a lo anterior, la práctica docente refiere a la
actividad en la que el profesor ejerce su enseñanza derivada del currículo y
los demás planes y programas que fortalecen y orientan su labor diaria.
Asimismo, el saber pedagógico impacta directamente en los conocimientos construidos en sus educandos de manera formal e informal, es
decir; valores, ideologías, actitudes y prácticas en un contexto
histórico-cultural, que son producto de las interacciones personales en la vida
del docente.
La
relación que existe entre la parte pedagógica y epistemológica comienza en la
formulación de nuevas preguntas enfocadas al origen del conocimiento
contribuyendo al desarrollo de un sentido crítico en una disciplina o área del
saber que le permita reflexionar sobre sus fundamentos. Por ello, la esencia del educador, gesta desde su interioridad y si tal persona, a través de, principios fundamentales, valores y convicciones desde esta referencia axiológica que se inicia y desarrolla en la
familia.
Hargreaves
(1998), tres puntos importantes en la formación de la identidad y carácter del
docente; el primero se percibe como los problemas individuales y la
manifestación de diversos factores en los desafíos que enfrentan en la carrera
docente. El segundo problema radica en las instituciones que forman docentes
enfocadas en las dificultades y demandas del contexto y el tercero implica el
desarrollo profesional o la misma formación permanente del docente.
La
formación del docente no es una actividad aislada, ni puede considerarse como
un conocimiento autónomo e independiente de la investigación. Su concepción
esta vinculada a los marcos teóricos y supuestos que en determinado momento
predominan en el conocimiento social.
Por otra
parte, la práctica pedagógica se asume como una forma de pensar la realidad en
la cual el docente elabora conocimientos sistematizados, que constituyen una
base teórica para explicar su actuación profesional y por ende, fortalecer el crecimiento de otros.
En
conclusión, el docente ha de manifestarse como un ser epistemológico que
construye y deconstruye el conocimiento hacia el desarrollo potencial de las
habilidades, destrezas, valores y actitudes de sus estudiantes, validando en
cada paso los saberes y elementos que derivan de una enseñanza y que el objetivo, siempre ha de ser, el aprendizaje en sus estudiantes..
Muy buena reflexión, ya que la labor del docente es y será trabajar para llevar el conocimiento a los alumnos, aplicando y mejorando las estrategias para lograr el aprendizaje
ResponderBorrarEl ámbito educativo es una amalgama de saberes que tienen como finalidad el desarrollo integral del ser humano. La reflexión es importante ya que los saberes se mantienen en constante movimiento... la educación no es ni será un tema concluido, siempre hay situaciones cambiantes que deben abordarse desde los puntos expuestos en el texto...
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