El realismo ingenuo
Autor. Araceli Baca Flores
El realismo ingenuo sostiene
que las cosas o los objetos existen y tienen sus cualidades propias, guste o
no, de acuerdo a él, la experiencia nos hace perceptibles de las cosas, la
realidad es objetiva y el sujeto aspira a conocerla tal y como es, a través de
los sentidos, es decir, la información de los objetos, entra por nuestros
sentidos (si lo hemos oído, tocado, etc.).
Tomando en cuenta las
afirmaciones anteriores, resulta muy interesante el pensar en lo que decía Aristóteles,
ya que en la vida actual, existe un exceso de información de los sucesos que ocurren
alrededor del mundo, por ejemplo lo que sucede en Siria, como viven en África,
las festividades que se celebran en los distintos lugares del globo terráqueo,
los tiroteos en las escuelas de estados unidos, entre otros; sin embargo,
aunque se cuenta con toda esta información que hace llegar la televisión, el
internet, la radio, permanecemos ingenuos de lo que en realidad sucede, ya que
no estamos ahí.
Por lo general, cuando un
individuo empático observa imágenes de niños muriendo de hambre, siente dolor
por ellos y puede imaginarse los sentimientos de tristeza y desesperación de
sus padres y como esto, los lleva a comer sobras sucias o moronas que
encuentran en el suelo, sin embargo, solo lo puede imaginar, no es consciente
de lo que en verdad ellos están sintiendo o lo que pasa por sus mentes, los
espectadores, son personas ajenas a este dolor, aunque traten de ponerse en sus
zapatos, nunca van a tener la certeza de su sentir.
Para muchas personas, el uso
del término “realidad ingenua” resulta completamente nuevo, ya sea por
desconocimiento o por falta de relación con él, sin embargo, es muy certero,
puesto que la naturaleza dotó al hombre de empatía, la cual permite “ponerse en
el lugar de los demás” pero, dicha empatía, puede ser solo un supuesto, pues no
se puede vivir la vida de los otros, no traslada a las personas a la realidad
de los demás y esto mismo, crea individuos ingenuos de las realidades del mundo
exterior y además, incapaces de opinar.
El ser humano, tiene la
costumbre de decir “yo hubiera hecho esto” o “si esto me hubiera pasado a mí,
yo actuaria de tal manera”, pero en realidad no se puede saber, pues no se está
viviendo dicha situación, en otras palabras, en su realidad no existe y eso lo
hace incapaz de opinar.
Como conclusión, es importante comprender que
cada persona vive una realidad distinta y que, para ser realmente empáticos, se
debe opinar lo menos posible sobre la vida de los demás, cada quien sabe lo que
vive y su forma de actuar, que, a final de cuentas, es la que conduce a cada
individuo hacia su futuro. A pesar de las circunstancias en las cuales vive
cada quien, siempre habrá un momento de decisión, que puede cambiar el rumbo de
nuestras vidas.
Es interesante tu perspectiva, no siempre se toma en cuenta lo expresado
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