miércoles, 9 de diciembre de 2020

El realismo ingenuo

 

El realismo ingenuo

Autor. Araceli Baca Flores

El realismo ingenuo sostiene que las cosas o los objetos existen y tienen sus cualidades propias, guste o no, de acuerdo a él, la experiencia nos hace perceptibles de las cosas, la realidad es objetiva y el sujeto aspira a conocerla tal y como es, a través de los sentidos, es decir, la información de los objetos, entra por nuestros sentidos (si lo hemos oído, tocado, etc.).

Tomando en cuenta las afirmaciones anteriores, resulta muy interesante el pensar en lo que decía Aristóteles, ya que en la vida actual, existe un exceso de información de los sucesos que ocurren alrededor del mundo, por ejemplo lo que sucede en Siria, como viven en África, las festividades que se celebran en los distintos lugares del globo terráqueo, los tiroteos en las escuelas de estados unidos, entre otros; sin embargo, aunque se cuenta con toda esta información que hace llegar la televisión, el internet, la radio, permanecemos ingenuos de lo que en realidad sucede, ya que no estamos ahí.

Por lo general, cuando un individuo empático observa imágenes de niños muriendo de hambre, siente dolor por ellos y puede imaginarse los sentimientos de tristeza y desesperación de sus padres y como esto, los lleva a comer sobras sucias o moronas que encuentran en el suelo, sin embargo, solo lo puede imaginar, no es consciente de lo que en verdad ellos están sintiendo o lo que pasa por sus mentes, los espectadores, son personas ajenas a este dolor, aunque traten de ponerse en sus zapatos, nunca van a tener la certeza de su sentir.

Para muchas personas, el uso del término “realidad ingenua” resulta completamente nuevo, ya sea por desconocimiento o por falta de relación con él, sin embargo, es muy certero, puesto que la naturaleza dotó al hombre de empatía, la cual permite “ponerse en el lugar de los demás” pero, dicha empatía, puede ser solo un supuesto, pues no se puede vivir la vida de los otros, no traslada a las personas a la realidad de los demás y esto mismo, crea individuos ingenuos de las realidades del mundo exterior y además, incapaces de opinar.

El ser humano, tiene la costumbre de decir “yo hubiera hecho esto” o “si esto me hubiera pasado a mí, yo actuaria de tal manera”, pero en realidad no se puede saber, pues no se está viviendo dicha situación, en otras palabras, en su realidad no existe y eso lo hace incapaz de opinar.

 Como conclusión, es importante comprender que cada persona vive una realidad distinta y que, para ser realmente empáticos, se debe opinar lo menos posible sobre la vida de los demás, cada quien sabe lo que vive y su forma de actuar, que, a final de cuentas, es la que conduce a cada individuo hacia su futuro. A pesar de las circunstancias en las cuales vive cada quien, siempre habrá un momento de decisión, que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas.

 

1 comentario:

  1. Es interesante tu perspectiva, no siempre se toma en cuenta lo expresado

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